lunes, 9 de noviembre de 2015

A CUENTA DE LA VILLA...



.....chaqueta amarilla. Los 41 tipos de contratos de trabajo existentes actualmente en España, se conoce que no dan suficientes facilidades a los empleadores ya que lejos de bastarles con esa poderosa herramienta como salvaguarda de sus intereses, rizando el rizo, intentan optimizar sus cuentas de explotación - quizá por mimetismo con esa palabra- a base de explotar a sus empleados.
No estoy refiriéndome a todos los empleadores, por supuesto, pero si a aquellos que tienen una visión cortoplacista de sus negocios, los quieren maximizar sus cuentas de resultados por encima de cualquier otra circunstancia y consideración.
Los que aprovechando ese cúmulo de favorables circunstancias que se está dando  -para ellos -  acerca de estos temas, los que a la voz de "aquí llego, aquí te mato" intentan hacer su agosto. Esa actitud no hace sino retratarlos como unos empresarios de vía estrecha, además de corta, aprendices de brujo, que en definitiva se están lucrando vilmente con esa política de contratación. Lamentablemente seguirán campando por sus respetos y para rato, como consecuencia que 1,5 millones de "ninis" y otro millón y medio de parados de larga duración, suponen un cuasi inagotable cazadero donde cobrar sus piezas.
Así que, entre las fugas de cerebros a otras latitudes más templadas y la desmotivación de las plantillas así conformadas, se está produciendo un debilitamiento en la calidad de las mismas - principal activo de las empresas - del que antes o después nos lamentaremos.

   



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