Si nuestro Planeta consume energía, con por ejemplo, un índice 15, del Sol podríamos obtener un índice 86.000 y del viento 870, energías más que durables, ya que del astro se espera que siga brillando del orden de 4.500 millones años y del viento, mientras siga existiendo aire, otro tanto. Por si fuera poco, de ambos obtenemos energía limpia y barata, ya que solo es el importe de la inversión de sus instalaciones en forma de amortizaciones, intereses de crédito y mantenimiento, los elementos componentes del coste de la misma ya que la materia prima utilizada es gratuita, estando además al socaire por otra parte, de movimientos del mercado de todo tipo. Así lo han entendido en Europa, donde países como Suecia, Letonia, Finlandia, Austria y Portugal, con el horizonte del año 2.020, que está ahí, tienen objetivos de participación de este tipo de energías en sus necesidades totales que van respectivamente del 50 al 31%, en tanto que en España envidiable por sus horas de sol y zonas de vientos importantes, ese índice es del 20%, consecuencia sin duda de esa equilibrada composición entre la ignorancia y ceguera de nuestra dirigente clase política y sus espurios intereses personales.
Es tal la marcha imparable de este tipo de energías que hasta el Ministro del Petróleo y Recursos Naturales del mayor productor de petróleo del mundo, Arabia Saudita, Al Naimi, sentenció que " La Edad de piedra se acabó no por falta de piedra y de la misma forma, la Edad del petróleo se acabará antes de que se acabe el mismo", lo que viene a significar para los que lo quieran entender, que los días del petróleo como fuente energía están contados.
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