miércoles, 17 de febrero de 2016

LA ESPAÑA DE LA TRANSICIÓN (4 y último)

De todas formas, hacer un resumen de los anteriores capítulos centrando el mismo en el tema de la corrupción pienso que merece la pena. La corrupción que se está dando en España en los estamentos políticos, empresariales, policiales y judiciales, buscando el beneficio personal abusando de los poderes que les confieren sus respectivos cargos, es un cáncer que está socavando los cimientos de nuestra sociedad. El descaro, la impunidad, el abuso con el que se está produciendo, el escaso coste que tienen aquellos a los que descubren su delito, está suponiendo para la sociedad un pésimo ejemplo que está rebajando sus niveles éticos hasta peligrosos extremos por aquello de que uno acaba por acostumbrarse a todo en base a ser hechos repetidos hasta la náusea. Se está convirtiendo en un paisaje que a fuerza de verlo acaba uno por no reparar en el, lo que es algo peligrosísimo para la sociedad. Hará falta en los sucesivos gobiernos una actitud radicalmente distinta a la seguida hasta ahora y para ello les queda por delante una tarea ingente. Primero y fundamentalmente, un cambio radical de actitud hacia esa lacra, la modificación de las leyes que ahora facilitan y hacen barato el mismo, la modificación de los sistemas que eligen los órganos de gestión y control de los aparatos del Estado, el cambio del Código que recoge las penas por ese delito, acabar con esa canonjía que es el aforamiento, regular de manera estricta el sistema de indultos que ahora se conceden como en la Edad Media a capricho del noble de turno y sobre todo la aplicación, caiga quien caiga, de la máxima "aquí te pillo, aquí te mato ", sin dilación alguna. Soy de natural optimista, pero en este caso ha corrido tanta agua bajo los puentes por un lado y como por otro los protagonistas del cambio no habrán variado mucho, pues que quieren que les diga. No las tengo todas conmigo.
No he hecho referencia alguna al tema económico a propósito, ya que el panorama que ofrece nuestra Deuda Pública (un billón de euros o sea un uno seguido de doce ceros), el Déficit Público que es del orden de 45.000 millones de euros, la nula creación de empleo habida en los últimos cuatro años, lo que deja el paro a finales del 2.015 en el insostenible índice del 20,8 % sobre la población activa, la creciente precariedad del empleo, la sospecha creciente de que la banca oculta sus vergüenzas celosamente y el vaciado del fondo de pensiones, pues no son mas que motivos de profunda zozobra y ya son bastantes los que nos aquejan sin echar más leña al fuego.
De modo que esa lapidaria frase de "España va bien", inventada por un ex Presidente del país hoy montado en el dólar, fue de tan escasa fortuna que se la podría haber ahorrado. También a propósito no he hecho referencia alguna a la profesionalidad de los miembros del Gobierno, empezando por ese portento de la oratoria que es nuestro Presidente, a ese ex Ministro de Educación actualmente refugiado en esa jaula de oro que es la Avenida Foch en París, la Ministra que incluye en su plantilla a la Virgen del Rocío como eficaz colaboradora para crear empleo, sin olvidar tampoco a ese frenador de las energías del futuro, las renovables, ese geógrafo frustrado que defiende con ardor que el meridiano de Greenwich pasa por las Islas Canarias, pese a que el es canario, para cerrar con broche de oro a ese otro ministro (todos ellos afortunadamente en funciones), que guarda tal devoción a la Virgen (confieso que no se a cual de ellas), que la condecora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario