lunes, 20 de marzo de 2017

EL NUEVO MANTRA DEL PP

Rajoy es un hombre difícil de clasificar, de definir, con una sola 

palabra. Con una mezcla de varias sería mucho más fácil. Pero con 

una sola, por ejemplo elegir entre tonto o cínico, ya la cosa como 

decía, se complica.

Ha estado durante los dos primeros años de su mandato utilizando 

el mantra de "es una herencia recibida de los socialistas" y 

cuando perdió fuerza a base de repetirlo y comenzó a confundirse

con el paisaje, parece que sus creativos de mantras comenzaron a 

urdir otro, que a buen seguro a partir de ahora lo vamos a escuchar 

hasta el hartazgo. Se trata del que "damos muy mala imagen ante 

la comunidad internacional, si el Parlamento no aprueba, aunque 

mi partido esté en minoría, lo que yo presento y defiendo", frase 

que Rajoy puso en circulación con motivo de que el Parlamento 

rechazó el tema de la privatización de los servicios de estiba de los 

puertos españoles.

Desde hace ya años, coincidiendo con su mandato anterior, el 

Gobierno español tiene el mandato de la UE de privatizar ese

mafiosillo sector y no ha hecho nada, lo que por otra parte no 

debería llamar excesivamente la atención en este hombre que ha 

hecho del "laissez faire, laissez passer", todo un culto. Durante ese 

tiempo no ha dado un palo al agua en ese asunto cuanto tenía 

mayoría absoluta y ahora sale por peteneras con esa frase que 

como decía, se convertirá en el "hit parade" de los próximos años.

Tiene este hombre además de la brújula desnortada para todo que 

no sea perpetuarse en el poder, muy mala memoria, que en un 

acto de caridad cristiana es conveniente refrescársela con los 

siguientes temas, por los que en verdad nos toman por el pito de un

sereno en Europa.

- Los muchos casos escandalosos de corrupción que  han 

  cometido miembros de su partido sin que él haya movido una 
  
  ceja.

- Los altos niveles de desigualdad y pobreza que se están dando 

  aquí de manera creciente.

- El alto índice de paro que tenemos, con trazas además de 

  convertirse en endémico y no bajar del 10% aún en las 

  circunstancias más favorables de la economía.

- La galopante evolución de los contratos temporales.

- El escándalo de la amnistía fiscal concedida por su gobierno, 

  digna de que la saquen, no ya cantares, sino óperas.

- El incumplimiento sistemático de las previsiones macro 

  económicas realizadas por sus especialistas.

- Las pompas fúnebres contratadas a perpetuidad para enterrar de 

  manera económica una y otra vez al Barón de Montesquieu.

- El parón culposo en el desarrollo de las energías renovables. 

- Su entreguismo al lobby eléctrico en el tema de la energía 

  nuclear.

- El descontrol del que ha hecho gala el Banco de España en 

  el origen y desarrollo de la crisis bancaria.

- El uso indecente de medios de comunicación que se han 

  convertido en una especie de prensa del Movimiento.

- El hecho de que un Presidente de un país de 47 millones de 

  habitantes, cuarta economía de Europa, tenga que comunicarse 

  con sus iguales con el tam - tam.

- El que en su Gobierno entren ministros que condecoran a una 

  Virgen (con v mayúscula), otro que encomienda a otra Virgen 

  distinta la disminución del paro y otro que no sabe que es el 

 meridiano de Greenwich y no distingue Panamá de las Bermudas.

 Esos y otros más son los motivos por los que un país puede perder 

 prestigio internacional y no por la memez que apunta de perder 

 una votación en el Parlamento estando su partido en minoría. Se

 nota que en los cuatro años que han estado pasando la apisonadora 

 de su mayoría parlamentaria se les ha olvidado como funciona un 
  
 Parlamento a la hora de votar.




















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