viernes, 10 de marzo de 2017

EL SISTEMA HELIOCÉNTRICO. (Entrega 3ª y final)


La teoría heliocéntrica que se atribuye a Copérnico tenía un error consistente en que las órbitas que describen los planetas no son circulares, sino elípticas, como demostró el astrónomo alemán Kepler en los dos primeras leyes que llevan su nombre, en 1.609. Leyes que por cierto se cuidó muy mucho de darles publicidad por las razones antes apuntadas (la circunferencia es la figura geométrica perfecta y por tanto es la que corresponde a la perfección del universo y cualquier otra cosa que se diga, como cantaba Krahe, la hoguera, la hoguera....). La primera de ellas dice que los planetas, teniendo como uno de los focos el Sol, describen alrededor de él órbitas elípticas. La segunda que los planetas en tiempos iguales barren áreas iguales. 
Otra cuestión a la que no supo encontrar explicación Copérnico era el bucle, el retroceso (de ahí lo de errante) aparente que experimentaban los planetas durante su recorrido. Por cierto que nadie espere ver en una noche como el planeta va para atrás, no. Para llegar a esa conclusión es necesario observarlo varias noches y tomar la posición de él en cada una de ellas. Como una imagen vale más que mil palabras, veamos la que sirve para aclarar esta cuestión.
La Tierra va girando alrededor del Sol en sus posiciones 1,2,3,.... Entretanto Marte va recorriendo en su órbita las posiciones 1,2,3,...
La tierra completa una órbita alrededor del Sol en 365 días, en tanto que Marte tarda en hacerlo 1,881 años o lo que es lo mismo que 686 días. La Tierra gira en su órbita 1º aprox. al día en tanto que Marte lo hace por 360 : 686 = 0,52º /día. Esos diferentes valores hace, crea, un efecto óptico en una determinada zona que depende de la posición relativa de la Tierra y el planeta, al que Copérnico no encontró explicación. Pienso que estudiando la fig. adjunta la idea queda clara. Una similitud cogida un poco los pelos es la de un coche que se va acercando a otro que lleva menos velocidad y que tras rebasarle parece o que se ha quedado quieto o que incluso retrocede.
Como resumen del desarrollo de la teoría heliocéntrica se pueden apuntar algunos aspectos interesantes a partir de la inquietud inicial de Pitágoras acerca del papel que jugaban el Sol y sus planetas, que data como hemos indicado del siglo V aC. y de la idea del heliocentrismo del sistema solar de Aristarco ya en el siglo III aC.
La primera de ellas tiene que hacer referencia obligada a el gran Ptolomeo. Fue este greco - egipcio (100 - 170) dC. astrónomo, matemático y geógrafo - creador además de esa pseudociencia llamada astrología -, y entre sus obras destaca sobremanera la compilación que hizo en 13 tomos de su concepción del Universo. Esta obra, por cierto, fue traducida posteriormente por los árabes y ha pasado a la historia con el nombre de Almagesto, tratado de astronomía famoso donde los haya. Ptolomeo o Tolomeo, que de ambas formas se escribe, entendía que la Tierra estaba inmóvil en el espacio y que el Sol, los planetas y las estrellas giraban a su alrededor en órbitas circulares. Era en definitiva una teoría geocéntrica a lo bestia. Como ha quedado dicho anteriormente, a la Iglesia le venía como anillo al dedo esa idea porque de esta manera refrendaba, según su punto de vista, la divinidad de Jesucristo. 
De todas formas este monumental fiasco de Ptolomeo debe alertarnos en el sentido de que la capacidad intelectual de alguien, no constituye una garantía contra los errores descomunales que pueda cometer. Otro ejemplo claro de este principio lo tenemos en Einstein, Don Albert que negaba rotundamente que el universo estuviera en expansión.
En el mantenimiento de este espacio desértico de mil años en el plano de la cultura y la ciencia, que son los que van desde la caída del Imperio Romano hasta el Renacimiento, sin ser el único motivo, tuvo una marcada influencia la Iglesia, que literalmente secuestró el saber, el conocimiento, en monasterios, conventos, etc. haciendo de todo una cuestión de fe y no de raciocinio. Si a eso le añadimos el precio que se pagaba por cualquier idea que se saliera del carril de sus intereses como guardiana de la ortodoxia, a través de los Tribunales de la Inquisición - que empezaron a funcionar en el año 1.184 -, haciendo entrar en "razón"a cualquier revisionista, tendremos el cuadro perfectamente definido.                                Por otra parte, ahora cualquier chico repite o por lo menos debería, que la Tierra y el resto de los planetas que componen el sistema solar giran...etc.etc., sin saber el largo camino que se tuvo que recorrer para llegar a ese nivel de conocimiento. Pero es que la ciencia se asemeja a una escalera. A cada peldaño le sucede otro, todos son importantes y al final conforman un conjunto armónico del que nos servimos.
Esta es la resumida historia que comenzó con las dudas del griego Pitágoras en el siglo V aC. nacido en la isla de Samos (Grecia) al igual que Aristarco, la genial aportación de este que reeditó Copérnico y remataron Galileo y Kepler en 1.615 y 1.609 respectivamente, y todo ello realizado en un período que duró 2.500 años. 
Resultado de imagen de retroceso de los planetas

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