Las últimas noticias que hacen referencia al anterior rey de España y a su sucesor - costumbre medieval donde las haya - no tienen por donde cogerlas. El anterior rey que le regala a su anterior amante 60 millones de euros provenientes de inconfesables trapisondas, una y la otra, que ante los dos escándalos, el rey actual, en defensa de su puesto real, renuncia a la herencia de su padre en un gesto tan aparente como vacuo, toda vez que uno solo puede renunciar a una herencia cuando el que la adjudica ha pasado a mejor vida, que en este caso habría que apostillar con un ¿a mejor todavía?. Para remachar la faena de su despego ante su ex real padre marcando territorio en defensa propia, le retira la asignación de 200.000 euros anuales que aquel percibía para sus gastillos, fondo que salía de la asignación con la que el Estado subvenciona a la llamada Casa Real y le pone además de patitas en la calle de la residencia que disfrutaba en el palacete de la Zarzuela. Si a esas acciones no se las define como un intento desesperado de salvar los restos de un naufragio es que no andamos muy finos a la hora de calificar actuaciones de personajes por muy reales que sean.
Lo lamentable es que toda esta historia es una especie del "día de la marmota" ya que la actuación de esta real saga de los Borbones que comenzó en España en el 1.700, curiosamente con el nombre de Felipe V (¿será esto premonitorio? ) con las lagunas de la ocupación francesa, los años revolucionarios, la República y la dictadura de Franco, que suman en total 55 años, dan como resultado que han estado reinando en España la friolera de 265 años, aunque hay que reconocer que se han ido superando a través del tiempo porque a un mal rey le sucedía otro peor.
Dicen los que siguen estas cosas con atención, los historiadores por ejemplo, que esta saga de lo borbones, nacen como tales, viven bribones y mueren bobones.
Con ser todo esto lamentable tampoco va a la zaga la actuación de los medios de difusión y de la clase política españolas que durante los casi 40 años que ha vivido como Jefe del Estado el actual emérito, no solo hayan silenciado las actuaciones de ese impresentable sujeto, sino que además en actos de servilismo sin parangón han ensalzado su figura hasta extremos inconcebibles.
Como quiera que uno vive de esperanzas, les confieso que la mía es que esta triste historia de los borbones en España tras esos 265 años de nefastas actuaciones, haya llegado con el broche del oro del ante último de la saga a su fin. Así sea.
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