jueves, 9 de febrero de 2023

LA HUMILDAD DEL PRESIDENTE

Antonio Garamendi presidente de la patronal española CEOE llegó al cargo "desde la humildad" segun sus manifestaciones. Pues menos mal ya que resulta que hasta ahora estaba trabajando como presidente en régimen de autónomo cobrando del orden de 350.000 € al año por los servicios que facturaba. El Consejo de ese organismo ha cambiado el sistema de contratación de sus servicios pasando a ser empleado del mismo con un salario de 380.000 € anuales mas dietas. Menos mal, decía, que el hombre accedió al puesto modoso, modoso, sensillo, sensillo, porque de haberlo hecho desde otra posición habría provocado, que se yo, a lo mejor un tsunami en el sistema. 

El salario que los representantes en el Consejo de los grandes empresarios patrios han fijado para este hombre (de los últimos vestigios que quedan de la saga neguritica) supone que supera 26 veces el recien salario mínimo interprofesional español para este año de gracia 2.023, ratio en concordancia con los obscenos salarios que reciben los directivos de grandes empresas.

Y es que en menor grado, como el caso que nos ocupa, porque generacionalmente la clase neguritica ha ido menguando en prestaciones, sigue la tradición. Sus ancestros se hicieron con grandes fortunas y sus descendientes heredan puestos en consejos de administración de grandes empresas por el hecho de haber heredado un fuerte paquete de acciones de las mismas. El caso que nos ocupa es buena prueba de ello ya que es impresionante la cantidad de consejerias que este hombre atesora. En uno de mis trabajos tuve como presidente a un neguritico que al igual que el que nos ocupa tenía asiento en empresas de relumbrón, tambien como consecuencia del paquete de acciones heredado. No sé, no conozco la valía profesional de Garamendi, pero puedo dar fe de que el que fue mi presidente no hubiera llegado por su valía personal a esos Consejos de administración, ni de coña. Pero bueno, así funciona el mundillo del poder económico. 

Ya se que en muchas ocasiones se confunde equivocadamente el término de empresario como derivado de quien emprende, de emprendedor, pero puedo afirmar que mi presidente estaba alejado a años luz de ese concepto y mucho me temo que, Garamendi si no tan alejado, no, pero si fuera de esa definición.

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