miércoles, 22 de febrero de 2023

LA SEMANA DE 4 DÍAS LABORABLES

La reducción de la jornada laboral ha sido una constante desde que se inició el trabajo organizado en centros de producción y servicios. Desde la semana de 72 horas, de lunes a sábado con 12 horas diarias de finales del siglo XIX hasta nuestros días en los que la semana laboral de cuatro días se irá abriendo camino con diversas fórmulas, pero de manera que se convertirá en imparable. 

Esta evolución es consecuencia de la presión que ejercen crecientemente las fuerzas del trabajo cuyos objetivos han ido evolucionado a través del tiempo. La expresión francesa de "metró, buló y dodó (transporte, trabajo y dormir) es cada vez más indeseada y es que los gustos, las apetencias personales van en otra dirección. Ahora se valora de manera mas apreciativa el tiempo libre, la mayor dedicación a la familia, a la salud, al ocio,.....por encima en muchos casos de los ingresos monetarios.

En esta tendencia evolutiva no tengo para olvidar cómo en la época en que estuve trabajando en la cooperativa Talleres de Ochandiano entre los años 64 y 70 del pasado siglo, trabajabamos los sábados por la mañana, o sea hacíamos el típico "sábado inglés" y sometí a la Junta Rectora la idea de librar, a modo de experimento, todo el sábado durante el verano de aquel año. La idea fue recogida con división de opiniones, alguna del tipo "y que vamos a hacer por la mañana". 

Pues aquella experiencia fue como montar en globo, sobre la que dicen que "el que prueba, repite". Efectivamentre. Nunca más se volvió a trabajar los sábados por la mañana.

Recientemente se ha efectuado en el Reino Unido durante 6 meses un ensayo consistente en reducir a 4 días la semana laboral a 8 horas de trabajo al día. Participaron en la experiencia 2.900 empleados pertenecientes a 61 empresas de diversas actividades y el resultado se ha juzgado como de muy positivo ya que ha supuesto un incremento de la productividad,  (5 : 4 = 1,25, es decir un 25%, pilar del plan) una disminución sensible del absentismo laboral, una mejora del bienestar de la vida familiar y laboral y un ahorro importante en gastos de transporte.

Pero no todo el mundo está de acuerdo con esta idea ya que algunos entienden que mejor sería implantar horarios laborales que permitieran atender responsabilidades tales como el cuidado de niños o personas mayores, la asistencia a citas médicas o la práctica de actividades deportivas. Tambien existen discrepancias acerca de la remuneración salarial ya que unos están a favor del mantenimiento de los salarios, toda vez que en muchas actividades se puede dar el caso del mantenimiento de la productividad, en tanto que ciertamente esa condición no puede cumplirse en todos los ámbitos en cuyo caso están a favor de una reducción (a negociar) del salario. 

De todas formas esta nueva tendencia puede provocar una especie de moderada revolución de la organización del trabajo ya que las acciones que ayudarían al logro de realizar en 4 días el trabajo que ahora se hace en 5, serían, por ejemplo, la eliminación selectiva de reuniones y viajes, la reducción de burocracia innecesaria.... todo ello de la mano de los empleados que decidirian el mejor modo aumentar  la eficiciencia de su trabajo o dicho de otra manera, realizando una especie de cogestión organizativa. 

Como todo movimiento novedoso este tema tendrá sus adeptos y sus detractores pero da la sensación de que se trata de un movimiento imparable allí donde pueda implantarse puesto que en todas las actividades no será posible hacerlo.

Veremos, que dijo el ciego.

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