La expresión "dos de la vela , de la vela dos, total cuatro", quizá precise de una aclaración toda vez que para los no iniciados puede parecer un criptograma. Se dice que un avispado aldeano de Orozko vendía velas que en el escaparate de la tienda anunciaba a dos pesetas cada una, pero a la hora de cobrar redondeaba sus ingresos a través de esa cita "dos de la vela, de la vela dos, total cuatro (pesetas)". A buen seguro que en Cataluña tendrán una historia similar, aunque dicha en catalán y situando la acción en un pueblo de Girona, por ejemplo.
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