No todos los comentarios que aquí vierto tienen porqué tener un tono serio o medio serio. Canta Joan Serrat que "de vez en cuando la vida, se nos brinda en cueros y nos regala un sueño escurridizo que hay que andarlo de puntillas para no romper el hechizo..." Por eso me permito marcarme una "frivolité" y hacer referencia a un suceso deportivo que 30 años después es recordado con precisión por ese tan nutrido mundillo futbolero. La cosa sucedió como sigue :
En el partido de fútbol de los cuartos de final de la Copa del Mundo celebrado en México en 1.986 entre Inglaterra y Argentina, el argentino Maradona marcó un gol que supuso finalmente la victoria de los argentinos. El gol debió ser declarado ilegal, no debiendo por lo tanto subir la marcador ya que el citado futbolista empujó el balón con la mano, cosa que lo digo para los no versados en las reglas de ese deporte, no es legal. Sobre esa mano, un cantante argentino, ferviente admirador del futbolista, compuso una canción en honor de ese jugador conocido coloquialmente con el sobrenombre de el Pelusa en la que le denominó " La mano de Dios".
Mario Benedetti, al que es obligado citar una vez más ya que es una fuente inagotable de jugosas frases, manifestó a este respecto de manera jocosa - no se debe entender de otra manera - que " aquél gol con la ayuda de la mano divina (según el término acuñado por el cantante) es por ahora la única prueba fehaciente de la existencia de Dios".
De modo que no se pongan serios, porque insisto que la frase de Benedetti no debe ser considerada en modo alguno como irreverente.
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