Parece que las diferencias tácticas entre Iglesias y Errejón se van decantando a la vez que agudizando hasta el punto que se han convertido en estratégicas y eso empieza a ser peligroso para el futuro de Podemos ya que según los chinos "cuando el tiempo está de leche, hasta las hormigas dan un litro" y el tiempo está claramente de eso, de cambios y mudanzas. Mientras Iglesias manifiesta que "aún no hay fuerza institucional para defender desde ellas a las capas sociales más humildes", preconiza tomar la calle para desde ahí empujar al ejecutivo. Errejón, más posibilista, se contenta con actuar desde el Congreso a través de los escaños obtenidos. La expresión corporal de ambos líderes es reveladora de ambas posiciones. Por un lado Iglesias con el puño derecho en alto anima a la lucha en la calle, en tanto que Errejón, más moderado en su expresión, hace con los dedos índice y corazón la V de la victoria. Pues así están las cosas y lo que no parece de recibo es que entre ambos líderes estén reeditando la fábula de los galgos y los podencos, ya que, verdes como están, puesto que acaban de nacer, se ponen a la gresca por cuestiones de procedimiento, por el cómo lo hacemos, poniendo en peligro el desarrollo de ese refrescante movimiento.
Se me ocurre que movimiento democrático y popular que es ¿porqué no les preguntan a las bases que camino elegir?. Una vez definido, si ello fuera posible, uno de los dos líderes debería hacer mutis por el foro y dejar que la opción elegida se desarrolle sin traumas de liderazgo.
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