LA LEGISLATURA QUE VIENE

Tras el tiempo pasado por el PP ejerciendo una mayoría absoluta pasando el rodillo de la misma como si el resto de los partidos políticos no existieran, ahora Rajoy haciendo de la necesidad virtud, proclama que va a ser bueno y que tendrá en cuenta las aportaciones del resto de los grupos parlamentarios. Y como muestra de su nuevo talante, de su nueva actitud, mantiene a su portavoz en el Congreso al de la pasada legislatura, que menos en lo físico parece por su arrogancia y malos modales, más un portero de discoteca. Manifiesta en un alarde de ecuanimidad que María Dolores - refiriéndose a ese portento en diferido de bien hacer y decir -, que "será dentro del Gobierno lo que ella quiera" y de momento el futuro Presidente remata la presentación de su nuevo look, diciendo que "las Leyes puestas en marcha durante su mandato, no serán derogadas ya que en el mejor de los casos serán suspendidas, dormidas, aplazadas". Parece desprenderse de esta última declaración que para activarlas nuevamente espera a obtener la mayoría absoluta en los próximos comicios, que quizá espere convocar rápidamente, cuando la fruta esté más madura. Estando el PSOE desaparecido en combate, pero al que el PP quiere mantener como principal opositor como los tratantes gitanos hacen con las orejas de los burros que venden, mantenerlas tiesas con alambres como muestra de su buena salud, en un claro intento de, negando el pan y la sal, ignorar la fuerza de Unidos Podemos que probablemente les va a amargar la legislatura. De la marca blanca del PP, no se habla. Simplemente se les ignora. Han jugado su papel, han tenido su minuto de gloria pensarán en el PP y punto pelota.