Para algunas cosas los políticos son claros y hasta diligentes. Así por ejemplo al día siguiente de defenestrar a su Secretario General empiezan ya a definir lo que para el resto de los mortales parecía una evidencia, que no es otra cosa que la abstención del PSOE cara a que Rajoy pueda ser nombrado Presidente del próximo Gobierno. Como siempre, ocultarán sus motivos tras una hojarasca de manida palabrería entre las que destacarán su sentido de Estado, cuando en realidad lo que están demorando es su próximo encuentro con las urnas que de haber sido en diciembre habrían tenido para ellos un resultado demoledor. De esta forma además contentan a los que ostentan el verdadero poder, cosa que nunca viene mal, antes bien, ya que algún premio recibirán.
Entre las floridas coartadas con las que adornan o por lo menos lo pretenden, destaca una que por sus arabescos adornos no me resisto a citar. Su autor es el que fue ministro de Fomento en el gobierno de Rodriguez Zapatero, conocido coloquialmente con el apelativo de Pepiño. Este personaje que siempre me ha parecido un tanto descompensado ya que lo que le faltaba de inteligencia lo compensaba con creces de otras cosas, ha intentado sorprender a sus sufridos lectores manifestando que "la postura de la gestora será probablemente de abstención técnica".Y lo dice poniéndose serio para dar más énfasis a esta infumable definición. Sr. Blanco, ya que ese es su apellido, no nos obsequie con semejantes precisiones idiomáticas, porque nos desborda.
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