domingo, 17 de noviembre de 2019

LAS COOPERATIVAS VASCAS (2)

En la entrega (1) de este trabajo entramos de hoz y coz en el cooperativismo vasco, más comúnmente conocido como el de Mondragón, de tal suerte que fuimos directos al grano haciendo un recto, que se dice en términos de carreras automovilísticas y de motos, vamos, que fuimos por un atajo y eso puede dar lugar a equívocos en el sentido de que se puede llegar a pensar que esto de las cooperativas era un invento nuestro, un invento vasco y nada más lejos de la realidad puesto que el sistema cooperativo tiene su origen en la noche de los tiempos. Veamoslo.
Babilonios, cuya capital fue fundada 2.300 aC., griegos, romanos, rusos, serbios, armenios, incas, aztecas...hicieron pinitos en la idea de establecer y desarrollar una sociedad más justa y fraternal eliminando las fuertes diferencias de orden económico existentes a través de procedimientos de trabajo colectivo.
En tiempos más recientes y como respuesta a las duras condiciones impuestas por los propietarios industriales de la zona de lo que hoy es el Gran Manchester, concretamente en una localidad llamada Rochdale, surgió la primera cooperativa - que fue de consumo - durante el proceso de industrialización que tuvo lugar en el Reino Unido en el siglo XIX, con el nombre de Sociedad Equitativa de los Pioneros de Rochdale.
Decíamos en la anterior entrega que fue en 1.959 cuando se puso en marcha  ULGOR como cooperativa, pero es de justicia indicar que antes de eso existieron dos importantes aportaciones a la historia cooperativa industrial del País Vasco. Una fue en Eibar en 1.920  como respuesta a una huelga que los patrones de la villa armera pretendían ganar por el agotamiento de los trabajadores.
Esa cooperativa, impulsada como consecuencia de la actitud de los patrones, por el sindicato UGT y el PSOE, comenzó su actividad fabricando lo que sus socios trabajadores sabían hacer. Armas. Y fabricaron durante un tiempo revólveres Smith & Wesson (supongo que con una licencia de fabricación de los norteamericanos), para pasar de manera paulatina a fabricar máquinas de coser aprovechando el hueco que había dejado SINGER que durante la II Guerra Mundial se dedicó con más intensidad a la fabricación de armas.
La otra cooperativa, esta de fundición de hierro, que fue también pionera en esta forma societaria, fundada en 1.956 en Elorrio a la que ya hicimos referencia en la primera entrega, era FUNCOR. Además de las dos citadas hubo otra mas fundada ese mismo año que se dedicaba en aquel entonces a la mecanización de piezas, es decir sin producto propio y estaba (y sigue estando, si bien hace unos pocos años fue absorbida por la también cooperativa ULMA de Oñati). Su nombre era Talleres de Ochandiano S.Coop.

(Continuará)

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