COMO NO LE GUSTAN, LOS CAMBIA.

El artículo 18.4 de los estatutos de la CEOE  (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) indican que el presidente de la misma "solo podrá ejercer el cargo durante dos mandatos consecutivos como máximo". Su actual presidente Garamendi está trabajando para modificar ese articulo de manera que esa restricción quede anulada, apresurándose a manifestar que tal idea no es una cuestíon que le pueda afectar en lo personal ya que todavía no ha decidido si piensa presentarse para el puesto una vez cumplido su actual mandato en el 2.026 (largo me lo fias amigo Sancho) y que de cualquier forma contaría con la opinión de su familia así como con sus compañeros antes de hacerlo. Alega para justificar tal movimiento, cuestiones de coordinación interna de la agrupación. Lo más probable es - aunque en tres años pasarán un montón de cosas - que sucumba a la llamada de su colegas los empresarios en aras del bien común y sea la familia una vez más la parte perjudicada de esa decisión de prolongar su mandato aunque los 380.000 euros más dietas que percibe este año (los venideros, serán más, tal como se las gasta el presidente) les servirá como lenitivo del duro trabajo que le espera que es decir no a toda propuesta progresista.
La cuestión es que ese arranque del presidente será objeto de variopintos comentarios a los que no me resisto de añadir el mio que consiste en decir que "el presidente de esa institución ha perdido una ocasión de oro de mostrarse elegante como corresponde a su negurítico pedigrí, manifestando que la intención que le lleva a modificar ese punto del estatuto está lejos de ser una cuestión personal que le ataña, toda vez que quiere dejar claro ya desde ahora que bajo ningun concepto se presentará a la elección a la presidencia". Ahí sí, hay habría quedado como un autentco "gentleman" tal como corresponde a las personas de su clase.