LAS ILUSORIAS LINEAS ROJAS

Las lineas rojas que hasta la puesta en funciones del Gobierno de Castilla y León de abril del pasado años teñían todas las proclamas del PP para definir su rechazo a aliarse con VOX han ido desapareciendo cada vez más de prisa, o sea, en cuanto se han puesto a prueba. Para que Fernández Mañueco pudiera hacerse con la presidencia de esa autonomía hubo de ceder la vice presidencia a García - Gallardo de VOX y en aquel entonces Nuñez Feijoó al que todavía le duraba la pátina de “moderao” con la que su partido le había presentado, al ser interpelado por esa linea roja traspasada, manifestó sin empacho alguno “que esa fórmula de gobierno estaba ya pergeñada por su antecesor en el cargo", el defenestrado Casado, "que él se había hecho cargo de la presidencia 10 días después de la constitución de ese gobierno castellano".
Llegan el mes pasado las elecciones autonómicas y municipales y vistos los resultado de las mismas, ya el PP admite sin tapujos que “no pondrá vetos a los acuerdos con la formación de ultra derecha para formar ejecutivos de coalición". Han bastado desde el nombramiento del nuevo presidente del PP hasta el 28 de mayo pasado que transcurrieran 13 meses y medio para que las famosas lineas rojas se hayan desteñido hasta su práctica desaparición y ya una vez perdido el pudor se lanza tumba abierta ante la proximidad de las elecciones generales del mes de julio al caer para manifestar, en una especie de mensaje que suena a chantaje, que “si no quieren que gobierne con VOX, vótenme a mi, a mi partido”. Lo cual no hace sino refrendar la  postura de adoptó tras las elecciones del pasado mes y es que de lo que se trata no es de quitar el ”sanchismo” sino de implantar el “nuñez feijoismo”.
Como quiera que de un tiempo a esta parte se han perdido no ya solo los principios (caso de que hubieran existido), sino hasta las formas, a la voz de “en el amor y en la guerra vale todo”, pues así estamos...y lo que nos espera.