No ha empezado a rodar el balón y la nueva alcaldesa de Durango ha
tenido a bien ajustar su salario y de los concejales liberados apelando a
que no es una decisión personal sino derivada de la aplicación de la
norma EUDEL como si ese organismo fuera algo etéreo, inmaterial, neutro,
dotado de poderes arcangelicos inequívocos, pero no, la clave está en
la aplicación del viejo aforismo que dice "entre bomberos no hay que
pisarse la manguera", ya que resulta que el susodicho organismo está
compuesto por 16 alcaldes del País Vasco, de ahí lo de los bomberos o si
lo prefieren alcaldes azeriak, guardando el corral de las oiloak.
Esa
aséptica aplicación que supondrá un incremento del 62 % sobre el
salario que tenía su antecesora en el cargo, es además un 34% superior
al que tenía como Presidenta de la Mancomunidad de Durango, último cargo que ostentó, lo que viene
a suponer que esta señora no se anda con chiquitas.
Pero por encima
de la realidad de estos números que nada bueno apuntan como declaración
de intenciones, esgrime la nueva alcaldesa el peregrino argumento que
mantendrá el mismo salario que tuvo como Directora de Transportes del
Gobierno Vasco tras una inesperada aparición de la Virgen de Umbe y no
al que tenía cuando sentaba sus reales en Astola.
En fin, el
hecho de que no esté de acuerdo con esos incrementos que en mi opinión
revelan el argumento de fondo del "porque yo lo valgo", es ademaś una
pena- añado - que no haya seguido lo de la mujer del César que "ademas
de ser virtuosa ha de aparentarlo". No obstante lo dicho, que no deja de
ser una opinión, les deseo a los recién nombrados dirigentes políticos de manera ferviente, el mejor de sus éxitos en la gestión de la
Alcaldía, porque en definitiva de eso se trata. Que trabajen mucho y en
la línea correcta en pro del bienestar y desarrollo de los durangarras
todos.
jueves, 29 de junio de 2023
ESOS INCREMENTOS....
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario