viernes, 5 de diciembre de 2014

Entrega 4ª   LA MINERÍA EN BIZKAIA

LAS FERRERÍAS

Hablando de la minería en Bizkaia parece de obligado cumplimiento citar el tema del desarrollo de la ferrerías o ferrones en el territorio y así como acerca de la presencia de hierro en la sierra de Triano como antes indicábamos, si bien sobre las ferrerías existen más datos arqueológicos que escritos. Lo que si parece claro es que entre los siglos I y IV dC, ya se estaba transformando el hierro cerca del pantano de Oiala en Ortuella y en Forua. Hasta este momento se han catalogado más de 100 ferrerías de monte, ferrerías que según la definición del equipo de investigadores del Museo Minero del País Vasco se ajusta al siguiente texto 
La ferrería de monte es una instalación preindustrial capaz de transformar el hierro extraído de la naturaleza en metal apto para la forja de aperos, armas y otros objetos. Consiste en un taller al aire libre con uno o más hornos de reducción en cuyos procesos productivos intervienen directamente la fuerza humana. El apelativo “de monte” se refiere al entorno montañoso y generalmente aislado en el que se ubican, bien en las laderas, collados o valles.”
El proceso que se seguía, siempre según la misma fuente, en este tipo de ferrerías denominada en euskera “haizeola”, era el siguiente:
- Se localizaban en lugares próximos a lugares en los que el mineral, la madera suficiente para hacer carbón con la misma, agua abundante y viento, estuvieran presentes.
- El mineral empleado era el hematite rojo blando, Fe2O3, el llamado popularmente vena, abundante por aquel entonces por estos lares.
- Para cada kilo de hierro obtenido era preciso emplear 100 kg. de madera transformada en carbón.
- El mineral era lavado previamente para eliminar (de ahí la necesidad de disponer de agua abundante) la ganga a el adherida y así facilitar su fusión.
- Los hornos eran construidos con piedra arenisca, fácil de labrar, que se cargaban por la parte superior de los mismos con capas alternativas de carbón vegetal y mineral. La combustión de este, activada por el viento reinante, hacia que el mineral alcanzara temperaturas del orden de 1.200º C, temperatura suficiente para la escoria adquiriera la viscosidad necesaria para que fluyera y que el mineral se transformara en OFe.
- Una vez obtenida la torta de hierro, era transportada a los talleres situados en las cercanías para forjar el hierro en forma de aperos y armas  principalmente.
Este tipo de ferrerías fue sustituido paulatinamente (la innovación ya se empleaba entonces) por las hidráulicas, en los que la fuerza humana era sustituida por la que se generaba con el agua, la fuerza hidráulica en una palabra, tanto para accionar los fuelles que activaban la combustión del carbón, como para mover los mazos o martinetes con los que se forjaban las piezas. Por esa razón estaban localizadas bien en las orillas de los ríos o próximos a ellos, haciendo llegar en este caso el agua a las instalaciones a través de, en ocasiones, complejos sistemas de canales, embalses y presas.
En el País Vasco, en Gipuzkoa y concretamente en Legazpia, fue localizada una ferrería de este tipo llamada Gibeola, que fue construida alrededor del 1.300. En Bizkaia fueron descubiertas por el equipo de investigación del Museo Minero, en Galdakao, los restos de 5 ferrerías que han sido datados como del siglo XV, época esta en la que empiezan a parecer las primeras referencias escritas de este tipo de instalaciones. En Austria se encuentra la instalación de este tipo más vieja encontrada en el continente. Data de 1.135.
Una muestra de este tipo de instalaciones es la ferrería del Pobal, situada a pie de la carretera que une Muskiz con Sopuerta y a unos tres km. de la primera. Sería imperdonable perderse una visita a esta joya de nuestro pasado.
Finalmente, de la misma forma que las ferrerías de aire fueron superadas por las hidráulicas, estas fueron sustituidas en una nueva carrera innovadora, por los altos hornos.









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