martes, 16 de diciembre de 2014

NO HAY SOLUCIÓN A CORTO PLAZO Y A MEDIO YA VEREMOS.

En la recta final de esta legislatura, al gobierno del PP le están dando unas prisas locas- por si acaso - por privatizar lo que queda de lo público y poner cuantos obstáculos sean legalmente - no confundir con la ético - posibles para frenar las actuaciones de los jueces en los casos abiertos de corrupción que afectan directamente a sus huestes y entre ellos destaca de manera vergonzante el ya viejo caso Gürtel que lleva rodando por los juzgados la friolera de 7 años.
 Así el juez Ruz será apartado delicadamente, legalmente, del caso y el que lo sustituya, aún otorgándole una estricta imparcialidad y una capacidad de trabajo normalita, pasará otra buena serie de años para hacer un aterrizaje conveniente en el voluminoso sumario. Y cuando se remate el caso, si se remata, habrá que recurrir a las hemerotecas para saber  que era eso de Gürtel.
Por si fuera poco el grado de politización, (clara consecuencia del sistema político de bipartidismo que impera en el país desde 1.978), de los Tribunales (Supremo,  Constitucional, Superior de Justicia, de Cuentas, Audiencia Nacional...) y de las cúpulas del BdE, de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, del Consejo de Seguridad Nuclear..., ahora como en el circo, con un más dificil todavía, el Ministro del Interior, que ha dejado al de la patada en la puerta como un tímido aficionado de la represión, además de marcarse, aprovechando el rodillo que le da la mayoría parlamentaria una Ley mordaza que para qué, ha marcado un récord como es el que ha cambiado en menos de tres años a cuatro comisarios de la policía anticorrupción, el último de ellos por cierto, buscando la máxima eficacia de frenado, ya que  no tiene ni repajolera idea de delitos económicos.
Item más, en el tiempo que está en los tribunales el citado caso Gürtel, son ya seis jueces, seis, como dicen en los carteles que anuncian las corridas de toros, los que han desfilado por el. 
 Asi que cuando Rajoy le decía a Bárcenas, "Resiste Luis, que el que aguanta gana" y "Hacemos lo que podemos", sabia perfectamente de que estaba hablando.

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