LA PANORÁMICA DEL PODER

Que duda cabe que a mayor altura del observador, el horizonte se aleja más, con lo que la visión panorámica se hace más amplia. Esa debe ser la causa por lo que desde las altas instancias del Estado nos anuncien que "la crisis es historia del pasado". Sin embargo para el resto de los ciudadanos de a pie con una visión que nos presenta el horizonte casi pegado a la nariz, la vista no parece tan risueña.

 No parece descabellado suponer que la proximidad de la elecciones generales ha disparado acciones populistas por parte del Gobierno, como son las anunciadas bajada de impuestos a bombo y platillos, bajada que ya veremos en que queda y la del incremento del PIB que lo hará este año en unos 15.000 millones de euros con respecto al del pasado ejercicio. Lo que silencian, pese a disponer de un balcón panorámico de excepción, es que el incremento citado lo ha sido a expensas de que la deuda pública se haya disparado del orden de 60.000 millones de euros en este año, sumándose así a la brutal deuda  por la que estamos pagando en concepto de intereses 100 millones de euros al día. Deuda  que por otra parte ha tomado unas dimensiones de tal magnitud, será de un billón de euros a finales del 2.014, que no seremos capaces de hacerla frente en sus actuales términos. Esta forma de hacer política no es otra que seguir hipotecando el futuro por presentar unos buenos resultados macro económicos a corto, ya que las elecciones se acercan y es necesario hacer lo que sea preciso para aparecer peinados y con la cara limpia para seguir así aferrados al poder, confiando a largo plazo en la divina providencia con la que parece tienen buenas relaciones y en todo caso, el grito de guerra que les anima a este tipo de acciones, será más o menos, "después de mi el diluvio."