DON MARIANO SE LA JUEGA

Algunas cosas ha tenido que cambiar el PP después del resultado  -malo - de las últimas elecciones municipales y autonómicas cara a mejorar las expectativas de las inminentes elecciones generales. Ha cambiado, en línea con el viejo precepto de "es necesario que todo cambie para que todo siga igual", algunas pocas cosas, pocas, como consecuencia de su carácter poco resolutivo, característica forjada sin duda en la escasa dinamicidad que exige la carrera de Registradores de la Propiedad. El alarde de "aggiornamiento", decía, de Don Mariano se ha condensado en apearse de ese refugio que era el plasma para hacer algunas apariciones en vivo, en reducir las funciones de la conocida coloquialmente como "la bien pagá", es decir de Doña Dolores, esa genial inventora de los finiquitos en diferido, defenestrar al locuaz Floriano como portavoz del partido, cambiando además de a este, al del Gobierno. Pero donde el Presidente se la jugado con auténtico arrojo, con esa furia que tantos días de gloria han dado al país, días del tipo que glosa el diario deportivo Marca, (su lectura de cabecera) ha sido el de dar a los dos nuevos portavoces, la orden tajante, valiente y realmente rompedora, de que se quiten la corbata en sus apariciones públicas, no constando hasta el momento de si la orden es extensiva a sus vidas privadas. Las cosas como son. Pelillos a la mar y reconozcamos que Don Mariano ha dado un puñetazo en la mesa de consecuencias imprevisibles, vamos que como decíamos antes, se la ha jugado con estas valientes y arriesgadas acciones.