jueves, 30 de julio de 2015

SORIA Y LAS NUCLEARES.

A Soria, ese ministro que nunca debió abandonar el área del plátano, le debemos planteamientos y argumentos tan infantiles, a la vez que mal intencionados, como el que acaba de hacer acerca de la energía nuclear. 
Manifiesta el ministro que de no hacer un cementerio nuclear centralizado, las centrales nucleares tendrían que cesar en su actividad, en cuyo caso la factura de la "luz", como dice el, experimentaría un incremento del 30%. Hay que ser o muy cínico o muy simple para venir a estas alturas con ese planteamiento, que si no es un chantaje, porque hasta ahí podríamos llegar, se le parece mucho. Primero estrangula el desarrollo de las energías renovables, para después como quien pasaba por allí, amenazar con que se hace un cementerio nuclear o que las centrales nucleares tiene sus días contados. Hombre señor ministro, que la maniobra en favor de las empresas que gestionan la energía nuclear es demasiado evidente y de un ministro siempre se espera algo más sutil. El entreguismo del ministerio que Ud. dirige y por extensión del gobierno al que pertenece al poderoso lobby nuclear español, es para nota. Si a eso se añade su chusca cita de que es partidario del auto consumo energético, tendremos completado el sainete que supone  este singular ministro.
En otro orden de cosas no deja de tener delito el que las nucleares hayan seguido produciendo residuos sin que se haya dado solución por parte de la administración al almacenamiento que aquellas generan. 

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