Son ya varios años durante los cuales el peso del PIB del País Vasco en relación al conjunto español va bajando sin cesar. Poco, pero de manera constante, lo que indica que nuestro relativo papel económico va a menos porque otras autonomías está creciendo por encima de la nuestra. Esta preocupante situación ha provocado la reacción de una serie de personalidades del mundo empresarial vasco (14 concretamente) que se han constituido en un foro denominado ZEDARRIAK(1) con la idea de alertar y diagnosticar esta situación que no parece por otra parte inquietar a nuestros mandatarios políticos, más que preocupados, ocupados, en otra serie de cuestiones, bien por vocación o por incompetencia, para atajar o al menos intentarlo, este estado de cosas y es que vivir en la autocomplacencia tiene, entre otras, estas consecuencias. Vivir fuera de la realidad pensando que estamos reeditando la ciudad griega de Arcadia.
El panorama que ha descrito el citado foro no rebela nada que no conociéramos, pero tiene la virtud de haberlo hecho en una sola tacada avalado por personas pertenecientes al mundo real, no al etéreo de la política de baja intensidad y no puede ser más esclarecedor porque dice cosas como estas :
- Se observa una creciente deslocalización de los centros de
decisión empresarial.
- Faltan profesionales de alta calificación.
- La formación académica no está en consonancia con las
necesidades de las empresas, lo que es consecuencia de la
desconexión entre la Universidad y el mundo empresarial.
- Tenemos un claro déficit demográfico y de ello se deriva una
población muy envejecida, lo que implica una población
activa insuficiente a medio y largo plazo.
- Somos la Comunidad que dedica un mayor porcentaje de su
PIB a la Investigación, Desarrollo e Innovación, en España,
pero insuficiente en comparación con la de las regiones
El documentado informe que se compone de más de 60 páginas, establece la clasificación de Euskadi respecto a 240 referencias de regiones europeas y el resultado no puede ser más desolador ya que ocupamos en ese ranking los siguientes puestos :
-189 en paro total.
-168 en paro juvenil.
-113 en empleo en el sector servicios intensivos en
conocimiento.
- 85 en PIB per cápita.
- 62 en Investigación y Desarrollo.
- 43 en productividad por trabajador.
- 31 en % de empleos en manufacturas de alta y media
tecnología.
Como pueden observar estamos bien lejos de ocupar lugares de liderazgo respecto a las regiones más desarrolladas de Europa, pero eso no parece preocupar - vista su actuación - a nuestros responsables políticos que son en definitiva a quien va dedicado este trabajo ya que si no todos los problemas que aquejan a una sociedad pueden ser resueltos a través de los agentes políticos, muchos de ellos, si.
Pero el informe no se queda en eso, en un mero informe, sino que sus autores se mojan y apuntan algunas medidas a adoptar por la clase política, cuales son :
- Reponer la idea de que el progreso económico y la creación
de riqueza debe ser el eje central del discurso y las
prioridades del país.
- Revertir la cultura de funcionarización imperante entre
nosotros (y añado por mi cuenta, ya que de mayores todos
queremos ser funcionarios. No excesivo ni exigente trabajo,
puesto seguro al abrigo del paro y unas más que aceptables
condiciones económicas).
- Incentivar la tasa de natalidad.
- Facilitar el aumentar de forma importante la población
emigrante.
No se que pensarán Uds. tanto del contenido del informe como - de momento las recomendaciones que se efectúan - pero déjenme hacerles una pregunta.
Si las instituciones vascas están formadas por la clase de políticos de viejo cuño que no han trabajado nunca en una empresa (tiren de memoria y den un repaso de sus dirigentes) existe escaso poso para hacer frente al desafío que apunta el informe ya que por si fuera poco lo dicho resulta que cada vez se alejan más de ellas (de las instituciones) los profesionales que huyen del nivel mediocre instalado en las mismas.
Y si coinciden con esa apreciación, estarán conmigo en que el futuro, nuestro futuro, no pinta nada bien.
(1)
Ejemplo de lo que representa un zedaŕia. Un hito que marca una senda, un camino.
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