Para camuflar su cerrilidad (seguro que no existe ese término aunque seguro que se deriva de cerril) los mandamases del mesetario partido político español (sin señalar más, que hace feo) se han sacado de la manga el término "violencia intrafamiliar", término perfectamente insuficiente que viene a sustituir en su ideario al mucho más exigente de "violencia de genero" que define la situación que sufren las mujeres por el mero hecho de serlo por situaciones que atentan contra su dignidad y su libertad.
Ellos, en su involución mental, siguen en la idea de que la posición de la mujer debe ser la de "estar en casa y con la pata quebrada" por tanto lo de extender la defensa de la mujer a ámbitos fuera del hogar les debe sonar a comunistoide, término que recoge todas las esencias de sus rechazos existenciales. Para ellos la única forma de que una mujer pueda ejercer sus derechos ante la violencia es la que se deriva de que un marido curre a su mujer dentro del hogar que comparten y ahí se acaba el ámbito de sus derechos ante la violencia de género.
La violencia machista fuera del ámbito del hogar es por tanto un término que rechazan pensando? que bastante conceden con reconocer a la mujer sus derechos dentro de su casa y que extenderlo fuera de la misma, pues que "hasta ahí podrían llegar", aunque para dar muestras de su liberal pensamiento alargan su concepto de "violencia intrafamiliar" al hecho de que sea el hombre el que sea agredido por la mujer dentro de la casa que comparten. Pues así estamos con estos cavernícolas salva patrias que como muestra de la cultura del paisanaje español siguen creciendo en su escalada a las instituciones.
Si estuviéramos en el Reino Unido habría que decir ante esta situación " Que Dios salve a la Reina". Pero aquí como de momento hasta que Felipe VI palme y la Infanta Leonor ascienda al trono, tendremos que contentarnos con exclamar, ¡socorro!.
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