A los políticos del PP y sus próximos sucesores, los innombrables, se les llena la boca con su reiterada petición al Gobierno de que "bajen los impuestos". Ese mantra insustancial y demagógico no deja de ser una petición ventajista que precisamente por ello cala en la población en general porque suena bien.
Pero esa petición reiterada jamás viene acompañada (ya se que eso seria mucho pedir e imposible de cumplir) de un análisis acerca "de que cuero deberían salir esas correas" para cuadrar los Presupuestos.
¿De los recortes de las pensiones, en educación, infraestructuras, defensa, desempleo, sanidad, transferencias a las Autonomías, seguridad ciudadana, investigación, desarrollo e innovación, justicia, política exterior, subvenciones al transporte, vivienda, industria y energía...?. ¿ De donde? ¿Y cuánto?. Pues si resultara que tienen esa petición apoyada en un serio estudio, muéstrenlo y manifiesten con pelos y señales una relación total pormenorizada de los ingresos y gastos del Estado. Y como eso no pasará ni por asomo por sus mentes, porque se les desmontaría ese chiringuito intelectual, dejen ya de "j. con la pelota", que decía un famoso vendedor ambulante de la postguerra.
Da verdadera tristeza reconocer que esa irresponsable y cínica exigencia encuentra una recepción entusiasta en la mayoría de la población que no ve más allá de un palmo de su nariz, consecuencia de que la cultura ciudadana y política que tenemos los españoles deja mucho que desear, lo que convierte al país en un terreno abonado a todo tipo de ideas demagógicas y esta acerca de la bajada de impuestos lo es en grado superlativo.
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