Los mexicanos, pueblo ocurrente como pocos, suelen decir, "Pobre México.Tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos" y la verdad es que tienen razones más que sobradas para decirlo. Corría el año 1.836 y Texas territorio mexicano en esa fecha, tomó la decisión de independizarse de México, pidiendo su anexión a EEUU, cuestión que esta rechazo alegando que Texas era un estado esclavista.
Nueve años después esa negativa fue abandonada pasando Texas a formar parte de EEUU con el número 28 de los mismos (hoy son 50).
Un año después de este suceso, tropas de EEUU irrumpen en territorio mexicano. Estos rompen las relaciones diplomáticas con los gringos y burla burlando esa invasión da origen a una guerra que finaliza en 1.848 tras un tratado de paz en el que México pierde el 55% de su territorio en tanto que EEUU incrementa como consecuencia el suyo en un 15%.
Pierde México - atención al dato - California, Nevada, Utah, Nuevo México, Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma, que pasan a formar desde entonces parte de los Estados Unidos de América. De modo que la política de neutralidad marcada por su primer presidente Washington se fue al traste con esta primera acción imperialista a la que después le han seguido muchas, empezando en 1.898 cuando echaron de Puerto Rico, Cuba, Filipinas a los españoles a la vez que se apoderaban de las islas Hawai y Guam incorporádolas a sus dominios. Si en 1.823 el que fue presidente de EEUU Monroe acuñó la idea de "América para los americanos", poco después ya la puso en marcha añadiendo "sotto voce", que con lo de americanos se refería a los del norte, es decir a ellos.
Y a partir de entonces la forma de entender su no intervencionismo ha desembocado a meter la cuchara en su papel de "guardianes del mundo" y "garantes de la democracia en él", en : Vietnam, Afganistán, Iraq, Irán,Yugoslavia, Cuba, Nicaragua, Guatemala, Chile, Uruguay, Argentina, Haití, República Dominicana, Panamá, Angola, Somalia, Pakistán, Yemen, Líbano, Libia, Marruecos...
A estas alturas alguien se puede preguntar ¿y esta historia a qué viene?. Pues antes de despejar esa duda permítanme una declaración de principios. No estoy de acuerdo con ninguna guerra, con ninguna y por lo tanto mucho menos con la indecente actuación de la Rusia de Putin con su invasión en Ucrania aduciendo extrañas razones.
Ahora sí, ahora puedo ya decir que el que venga ahora el Presidente de EEUU Biden a mostrarse como campeón de la defensa de las libertades, con un historial belicoso e imperialista como el de su país, es una muestra más del cinismo del que hacen gala los políticos en cuando se les da la más mínima oportunidad poniendo a parir a Rusia, tiene bemoles, reeditando lo del el burro que le llamó orejón al caballo. Pero ítem más. Entre tanto, entre col y col, lechuga. Fomentemos una guerra de desgaste (dirán los yanquis) y así enviamos a Ucrania helicópteros y armas para mayor gloria y esplendor de la industria armamentista de su país y puestos ya, vender gas licuado a Europa, que un día tiene el obrero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario