CONDICIONES BÁSICAS.

En la caterva de poĺiticos en activo y ex de los mismos que han pululado y polulan por ese proceloso mundo de la política, arte que se ha convertido en un sofisticado sistema  para j***r a la ciudadanía, no pueden abundar ni por asomo individuos que estén en posesión de conocimientos, que en sí son más elementales que el mecanismo de un botijo.

Piensen conmigo a ver si coincidimos en que el dominio de la regla de tres, el conocimiento del teorema de Pitágoras (y no digamos nada sobre como construian los jardineros egipcios los ángulos rectos sin que les sonara para nada el nombre del ilustre griego), el del tanto % distinguiéndolo de los puntos porcentuales y la tabla de multiplicar del 7 (para qué, habiendo calculadoras por cuatro €) es algo que no puede estar en los haberes del conocimiento de personajes como, Aznar, Rodriguez Ibarra, Leguina, Alfonso Guerra, Mañueco, Espechu la nuestra, la Cifu, la Botella,  ese personaje que pasará  a la historia por aprobar 50 asignaturas de la carrera de leyes en un pis pas, Moreno...(que siguen dando que hablar), sin perder de vista (aunque conviene dejar que descanse de tanto en tanto para preservar las retinas) a los inefabales personajes de esos partidos que han fecho de los colores verde y naranja su santo y seña. No sería justo otra parte condenar al olvido  a esos tipos y tipas que asolan la Comunidad de Madrid, que han hecho de las cañas, bocatas de calamares y las terrazas para degustarlos, un auténtico monumento a la liberdad.
Estos tipos (y tipas) a los que he hecho referencia, siguen erre que erre dando por el saco al personal no conformándose con lo que en su día nos dieron, lo que demuestra que son insaciables.
Estoy seguro que habré dejado de citar algún que otro político que encaja en las coordenadas citadas y no se si su ego malherido les dejará disfrutar de la vida por ello, pero si es así, les dedico aquella frase brillante que desde su escaño de la Cámara de Diputados lanzó la hija de aquel personaje de Castellón (el que mandó construir un aeropuerto donde la ausencia de aviones le permitia pasear con uno de sus nietos), ¡ que se jodan !. Salud y República (ahora más que nunca) porque es que no me veo siendo súbdito de la infanta Leonor, que tiene una pinta de pija que tira de espaldas.