EL BANCO CAMPEÓN Y LA ABNEGACIÓN DE SUS TRABAJADORES

De ser exacto el cálculo que efectúa un sindicato de ámbito estatal acerca de las horas extraordinarias que realizan los trabajadores del mayor banco del país, que sitúa en 30.000 diarias,(lo que no parece descabellado habida cuenta de que su plantilla en España es del orden de 26.000 personas), resulta que siendo esas horas equivalentes a las que harían 4.000 trabajadores fijos de plantilla en jornadas de trabajo normalitas, resulta decía, que la entrega sin contrapartida de esos ejemplares trabajadores, en forma de emolumentos devengados y voluntariamente no cobrados, han coadyuvado con tres puntos porcentuales a los resultados de ese banco, que en el 2.013 declaró unos beneficios de 4.370 millones de euros, lo cual no deja ser encomiable, porque que duda cabe que esa cesión de derechos ha sido de todo punto voluntaria, sin que haya mediado presión alguna para ello por parte del banco amigo, para que luego se vaya diciendo por ahí que el trabajador español no es empresa. Claro que esta puede ser una forma sesgada de interpretar la noticia, ya que si así no fuera, la estrategia proclamada por su presidenta de hacer de ese banco un banco amable, próximo al cliente al que tanto le deben y por el que a partir de ahora se iban a entregar de manera incondicional, podría ser en principio - hasta más ver - aceptable para para su clientela, entre la que a buen seguro no se encontrará ni el más abnegado de sus trabajadores, quizá con la única excepción de aquellos que esperan hacer carrera en la entidad. De cualquier forma, cada uno y una, hacen patria de una manera determinada y esa de hacerlo de este Júpiter de los bancos no deja de ser una más. En lugar del lema tan nuestro de "todo por la patria" aquí cabe la expresión "todo por la pasta"