LA  LLAMADA DEMOCRACIA Y LOS LAS LIBERTADES INDIVIDUALES

No tiran piedra que no caiga en tejado y ese principio es igualmente válido tanto para las fuerzas políticas de un lado como de otro, las que se siguen denominando de izquierda y derecha, cuando hace ya mucho tiempo que, sino en las  formas, porque hay que vestir el muñeco, en el fondo tienen los mismos objetivos. Se disfrazarán de progres, de liberales, de defensores de la libertad...de cuantas cosas estén de moda en cada momento, pero sus objetivos son dobles e inconfesados para no  alarmar al personal. Mantenerse en el poder, por un lado y por otro hacerse con la máxima capacidad de maniobra para cometer sus tropelías dirigidas e inspiradas por sus mandatarios, no dudando para ello en reformar, retorciendo a favor de sus intereses espurios, la legalidad vigente rebajándola del nivel que tantos años y esfuerzos ha costado desde el ya lejano 1.789. Y aprovechan desvergonzadamente todas y cada una de las oportunidades que se les ofrecen para modificar a salto de mata las leyes, en un intento de cercenar las libertades individuales de los ciudadanos. Ahora, los atentados de París, antes los de ETA, ahora la ley mordaza, antes la patada en la puerta. Y todo dicho bajo el paraguas de esa palabra mágica que aguanta interpretaciones de todo tipo como es la de "democracia". Da grima ver en la macro manifestación de París a un montón de dirigentes europeos apelar al derecho de defensa de la misma cuando son los primeros en pasarse por el sur del ombligo las libertades individuales de los ciudadanos que para más paradoja son utilizados para auparles en el poder. Malos tiempos corren para la ciudadanía y esto no tiene visos de mejorar, antes bien, porque en el fondo, el que manda, manda y a la vista está, cuales son los objetivos que cada vez con menos disimulo persiguen.