lunes, 16 de marzo de 2015

LA LIEBRE POLÍTICA


En las carreras de fondo y medio fondo, cuando se quiere batir un récord se utiliza lo que en el argot del atletismo se denomina una liebre. Se pacta con un atleta para correr hasta una determinada distancia haciendo la función de la liebre en los canódromos, esto es, tirando del pelotón sin dar un relevo, a partir de la cual se retira, con lo que el aspirante para hacer marca, se reserva hasta ese punto. Los poderes fácticos del país, es decir los poderes económicos, conscientes de que el panorama político español cambiará de manera apreciable después de las elecciones generales de noviembre próximo, y de que el papel de Rajoy como liebre de los mismos ha llegado a su fin a partir del mes citado, están ya buscando un candidato para seguir haciendo ese papel de liebre/servidor, entendiendo que en carreras de largo aliento la utilización demás de una liebre es muy útil.
Buscarán y encontrarán una nueva liebre, fresca, que lleve otra vez en volandas sus intereses, una liebre que tendrá que realizar un papel muy distinto al que ha jugado Rajoy  (con la apisonadora de la mayoría parlamentaria), para el que se precisará alguien con una cintura política de la que carece absolutamente el actual presidente, y que como los que le han precedido (con Zapatero en stand by) en esta pseudo democracia que tenemos, al término de su mandato tendrá como premio a los servicios prestados, un retiro dorado, primero como ex -Presidente, al que sumar lo que se derive de las puertas giratorias que se abrirán a su paso, rematado todo ello con sus ingresos provenientes de la cosa que tiene como Registrador de la Propiedad, con lo que colorín colorado.Y por si fuera poco, estará además a salvo de los cazadores furtivos que con gusto metería (la liebre) en su zurrón.

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