domingo, 1 de marzo de 2015


Entrega 18ª   LA MINERÍA EN BIZKAIA
(Anteúltima)

MUSEO DE LA MINERÍA DEL PAÍS VASCO

Esa es la denominación oficial del museo de la Minería (Fig.70), único en el  Vasco de esta índole, localizado en el antiguo matadero municipal de Gallarta, principal núcleo de población del municipio de Abanto y Ciérvana (que sigue llamándose así pese a que Ciérvana se desanexionó en el 1.995), próximo a la Corta II de la mina Bodovalle.
Toda la bibliografía que existe acerca de la minería en Bizkaia, por otra parte muy abundante, ha ayudado a entender el origen y desarrollo de esta rama de actividad, pero los que verdaderamente “han picado piedra”, localizando, clasificando, transportando,  instalando y manteniendo los restos físicos y vivos del  pasado, han sido un  grupo de veteranos entusiastas ex mineros, que encabezados por Carmelo Uriarte, Facultativo de Minas, han logrado reunir una cantidad ingente de material mediante el cual se puede tocar el pasado. Ese material básico ha sido completado con
aportaciones de nuestro tiempo, como maquetas, audio visuales, visitas guiadas, etc. que hacen del museo un completo escaparate de nuestro pasado industrial minero. Las dificultades con las que se encontró ese grupo de personas no son para descritas. Una vez localizado el material “museable”, era preciso tener en el pueblo un lugar donde exponerlo y fue la colaboración del Ayto. de Gallarta el que hizo posible ése, para ellos un sueño. Pero después de localizar los restos, casi arqueológicos, de maquinaria, utensilios,
herramientas, muestras de mineral y documentación, había que
transportarlos hasta el local del museo e instalarlos. Y cuando no se cuenta con un duro –en tanto que las ayudas públicas, tan pródigas y generosas para otros museos y actividades eran una realidad - el empeño resultaba muy complicado.
Este grupo de personas bien merece el agradecimiento de todos aquellos a los que conocer el pasado ayuda a entender y vivir el presente. Una forma de reconocimiento de esta labor es, primero, visitar esa realidad espléndida que es el museo y las nuevas obras en proceso que albergarán el mismo, situadas en voladizo sobre el impresionante agujero de la corta Concha II, a escasos 100 m. del emplazamiento actual, que en este momento están paralizadas por
razones obvias y segundo, haciéndose socio del Museo por un importe anual igual al de una cena moderada de un viernes fuera de casa y finalmente haciendo correr la noticia de su existencia.


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