Entrega 24ª  Las estrellas

La Fig. 20a y la tabla de equivalencia de la Fig. 20b muestran claramente el desarrollo posterior de las estrellas en función de su masa inicial. En esa situación, decíamos, la estrella va aumentando su tamaño hasta convertirse en una gigante roja. Como ejemplos de lo dicho tenemos a ANTARES, en la constelación de SCORPIO, con 700 diámetros solares, a BETELGEUSE en la constelación de ORIÓN con un diámetro de 900 veces el del SOL, estrellas bien diferentes de SIRIUS de color blanco azulado.
En resumen, cuando mayor es la masa inicial de una estrella más se acerca a la parte superior del diagrama de la Fig.19. Si finalmente la masa de una estrella es superior en un 40% a la del Sol, una vez que la estrella se va transformando en He, este  a su vez se va convirtiendo en núcleos más pesados, finalmente en Fe, momento en el que cesa la transformación interna del nucleo colapsándose, las envolturas gaseosas externas caen sobre el, rebotando, de forma tal que todo ese material es arrojado al espacio en colosal explosión llamada supernova. Este proceso dura millones de año, de ahí que la aparición de la supernovas ocurra muy raramente. De hecho desde que se tiene registro de estos hechos, hace 1.000 años aprox. se han producido solamente 4 casos. El destino final de la gigantes rojas es convertirse en enanas blancas, estrellas compuestas por átomos en estado de plasma en los que no se dan las condiciones para que se produzcan reacciones nucleares, comprimiéndose hasta alcanzar densidades de 1.000 kg /dm3 , en tanto que las supergigantes acaban como estrellas de neutrones o agujeros negros.
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