jueves, 26 de febrero de 2015

1.140 VECES

Esas son las veces que los ingresos anuales procedentes del trabajo de la presidenta del Banco Santander, superan a los que tiene un trabajador con un sueldo raspado, o lo que es lo mismo, el cociente entre los 8,2 millones de euros de una y los 7.200 euros anuales del otro. Esta situación es a todas luces insostenible y tiene que romperse por algún lado. No puede ser que asistamos impávidos ante este tipo de situaciones sin arquear tan siquiera una ceja.
Se puede mirar para otro lado - allá sus accionistas - acerca de como en el siglo XXI sigue existiendo el derecho de sucesión de tal suerte que " a presidente muerto, le suceda de forma automática....su hija", pero lo que no se puede tolerar intelectualmente, es que el trabajo de un presidente de un banco valga 1.140 veces más  que el de una persona, que tal como están las cosas, puede ser perfectamente un licenciado. ¿Y que podemos hacer contra ese estado de cosas?. Poco, porque lamentablemente los que ostentan el poder  cada vez son más poderosos y los que estaban llamados a defendernos de esos atropellos están absolutamente desprestigiados. De esta crisis, a las que otras sucederán, el poder económico ha salido fortalecido y el resto de los mortales, debilitado y como en cada crisis sucede lo mismo, pues consecuentemente cada vez peor.¿Entonces?. Pues el que pueda y quiera, como primera medida, cambiar la camiseta, de equipo, vamos, eso y aullar que decía Saramago.

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