martes, 3 de febrero de 2015

Entrega 2ª  O Caminho

Existen tantos caminos como elecciones se hagan para llegar a Santiago, pero al igual que en una ciudad se pude transitar por calles diversas para llegar a un destino concreto, siempre hay un camino idóneo para hacerlo. Este que discurre por España y que aprovechó desde el principio la infraestructura que dejaron los romanos con sus calzadas, entra desde Francia por dos sitios, por Roncesvalles en Navarra y por el puerto de Somport en Huesca. Ambos se unen en Puente la Reina después que el "navarro" tras pasar por Zubiri, Larrasoaña y Pamplona, llega al punto de unión citado.
El "aragones" pasa por Canfranc, Jaca, Sanguesa, para rematar en Puente, como dicen coloquiálmente los navarros. A partir de ese punto, solo existe un Camino común, llamado el Francés-  aunque ambas variantes desde sus orígenes pirenaicos son también así llamados - que discurre por, como puntos más sobresalientes  : Estella, Los  Arcos, Torres del Rio,Viana, Logroño, Nájera, Santo Domingo de la Calzada, Belorado, Burgos, Castrojeriz, Frómista, Carrión de los Condes, Sahagún, Mansilla de las Mulas, León, Hospital de Órbigo, Astorga, Foncebadón, Molinaseca, Ponferrada, Villafranca del Bierzo, O Cebreiro, Triacastela, Porto Marín, Palas del Rei, Melide y punto final en Santiago, después de casi 800 km.
Presentado el trazado de las dos variantes de entradas y el camino en común, veamos como empezó esta historia.
Cuenta la tradición que en el año 813 un ermitaño llamado Paio vio en el monte Libredón, cerca de Iría Flavia, hoy Padrón, en Galicia, una luz, una estrella, fenómeno que venía acompañado de cantos angélicos. Percibido el Obispo de esa diócesis Teodomiro encontraron un sepulcro según algunas versiones, pero en esencia un esqueleto en que el cráneo del mismo estaba bajo uno de sus brazos, por lo que coligieron que se encontraban ante el esqueleto de un hombre decapitado.
Determinaron, no se sabe a través de que razonamientos, que los restos eran del apóstol Santiago el Mayor al que Herodes Agripa había mandado ajusticiar en Jerusalén aproximadamente en el año 43 dC.,es decir 770 años antes. Y los restos habían llegado a Iría Flavia - siempre según la tradición - desde Palestina en una embarcación hasta la costa gallega, conducida por discípulos del apóstol.
Conocedor por otra parte el rey de Asturias Alfonso II el Casto de tal circunstancia, dicen que apoyado por Carlomagno, intuyó la posibilidad de romper con la poderosa Iglesia toledana, organizadora de numerosos Concilios, aprovechando el mérito de descubrir junto al Obispo Teodomiro los restos de Santiago, hecho de una importancia extraordinaria para la época, para así convertir a Oviedo - en aquel entonces el reino de Asturias abarcaba entre otros el territorio de lo que hoy es Galicia - en la única sede hispana reconocida por la Iglesia de Roma, con lo que al poder político de su reino se uniría la autoridad religiosa, cuestión muy importante para un hombre de su personalidad.  Hay que insistir en que el extraordinario acontecimiento que supuestamente era haber descubierto los restos de Santiago el Mayor, sería visto por Roma como un mérito difícilmente igualable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario