El camino de Santiago tuvo su origen en la
creencia de que en tierras de Galicia se
había enterrado (1) al apóstol Santiago, noticia que surgió en los albores de
la reconquista ( año 722. Batalla de
Covadonga ). La siguiente noticia data
del siglo IX. A comienzos de dicho siglo siendo rey de Asturias Alfonso
II el Casto ( 790-842), el obispo Teodomiro de la diócesis de IRIA FLAVIA ( hoy
Padrón) “ descubrió” los restos de Santiago. En el hallazgo no faltaron “ni
luces celestes ni revelaciones angélicas”. (Recordemos que Santiago el Mayor
fue uno de los 12 apóstoles y que según la tradición evangelizó España y fue
ejecutado en Jerusalem por mandato de
Herodes Agripa en el año 44 dC. También según la tradición sus discípulos lo
enterraron en IRIA FLAVIA ! llevando el cadáver desde Jerusalen a Galicia !)
Junto
a los restos citados, Alfonso II (cuyos dominios abarcaban entonces Galicia
además de los de Asturias) mandó construir una iglesia, punto de partida de la
actual catedral compostelana.
La
noticia de que el cuerpo de Santiago el Mayor yacía en Galicia se propagó con
gran rapidez por todo el mundo cristiano ( 2 ). En una sociedad sacralizada como lo estaba en aquel
entonces, la aparición de reliquias en Santiago (en una época de tanta pasión
por ellas) se convirtió junto a las peregrinaciones a Roma y Jerusalén en uno
de los tres objetivos fundamentales de los peregrinos cristianos. La meseta
Norte entre el valle del Ebro y el noroeste y las calzadas romanas entre
Briviesca y Astorga mas el camino existente entre Astorga e Iria hacía
innecesaria la realización de nuevas vías, por lo que la infraestructura viaria
estaba lista. El cambio de la sede episcopal de IRIA a Santiago potenció
también el desarrollo del camino de peregrinación que nos ocupa. Puesto en
“marcha” el Camino, este se convirtió en una importante vía de penetración de
cultura, gentes, oficios, formas arquitectónicas, corrientes de pensamiento....
Fue y sigue siendo un importante negocio.
Téngase en cuenta que miles de peregrinos estaban y están moviéndose
constantemente lo largo del Camino. A título de ejemplo baste por afirmar que
en el año 2010, año santo por otra parte, por coincidir el día de Santiago en
domingo, fueron 8 millones de peregrinos los que visitaron Santiago. Si bien no
se puede afirmar que los 8 millones hicieron todo el Camino, sirva este dato
como ejemplo para aproximarnos a la cifra de negocio de la que estamos
hablando.
El camino a su paso dejó importantes obras :
puentes, modelos de desarrollo de poblaciones (se construían a lo largo del
camino a su paso por los pueblos), de los que quedan claros ejemplos, iglesias,
hospitales, albergues y un largo etc. En resumen la” creación” del Camino se
constituyó en una vía de penetración europea que tuvo una enorme influencia en
el ” aggiornamiento “ de la península ibérica, sobre todo en la zona
septentrional.
Sin embargo el Camino no tuvo a través del
tiempo un plácido y armonioso desarrollo. Efectivamente a partir del siglo XIV
y como consecuencia de las guerras que
se desarrollaban en Europa, más el efecto que causó una peste negra, la
actividad del Camino disminuyó
fuertemente.
Durante el siglo XVI otro duro golpe vino a
sacudir el Camino. La aparición del protestantismo y las guerras religiosas
supusieron una fuerte merma en la
presencia de peregrinos. También la creciente inseguridad en la ruta
como consecuencia de la proliferación de la delincuencia tuvieron un efecto
negativo importante.
Los siglos XII y XVIII supusieron una recuperación de la actividad en el
Camino. Fue en esa época además en la que se desarrolló el barroco.
Sin embargo en el siglo XIX pareció que el
final había llegado para el Camino. A finales del siglo, concretamente en el
año 1884, León XIII hechó un capote a la
actividad en el mismo, declarando como auténticos los restos descubiertos en
una excavación efectuada poco tiempo atrás, suponiendo que eran los restos de
Santiago que habían sido escondidos ( no se sabía dónde) para evitar que fueran
robados o profanados por los piratas ingleses.
Es decir, en 1884 se produce la segunda
invención de las reliquias. Se revitaliza el Camino como consecuencia de tal
declaración y se produce una eclosión en la afluencia de peregrinos a lo largo
del siglo. Actualmente, las comodidades de los alojamientos, la publicidad, la
facilidad de los desplazamientos , el disfrute de un mayor tiempo libre, el
culto por el ejercicio físico, de un mayor nivel de vida y la renovada creencia
de que efectivamente los restos venerados en la catedral son los de Santiago,
están suponiendo un auténtico boom para el mismo.
Antes
hacíamos referencia a que en el año 2010 habían visitado Santiago 8 millones de
personas. Con un gasto medio, tirando por lo bajo, de 100 euros por cada uno de
los visitantes, hace que la cifra de negocio durante ese año, derivada de la
presencia de los citados peregrinos sea de 800 millones de euros, que en las
antiguas pesetas suponen la friolera de 133.300 milones.
La idea del obispo Teódorico y la de Alfonso
II el Casto habría que enmarcarla como una de las operaciones más brillantes de
la economía mundial ya que esta cuenta con una antigüedad de casi 1.200 años.
( 1) . Fue un ermitaño cristiano llamado PAIO
quien manifestó alrededor del año 813 al obispo gallego TEODOMIRO que había
visto luces merodeando sobre un monte deshabitado. Hallaron una tumba en la que
encontraron los restos de un cuerpo degollado con el cráneo debajo de un brazo.
Jamás se han realizado sobre los citados
restos (sobre los que se erigió lo que es hoy es la catedral de Santiago)
prueba cientifica alguna, por lo que la autenticidad de los mismos ha sido
puesta en duda en numerosas ocasiones.
Es más que improbable, por otra parte, que el
cuerpo de Santiago, que fue ejecutado en el año 44 dC en Jerusalen, primero
fuera trasladado a España y segundo que " apareciera " casi 800 años más tarde bajo unas luces sobrenaturales.
( 2 ). El culto a las reliquias ha sido desde
el comienzo del cristianismo un fenómeno de gran importancia bajo el punto de
vista social, económico y cultural, atribuyéndose a las mismas características
milagrosas, fueron además consideradas como una protección divina para las
personas que las poseyeran y una ayuda para conseguir aquello que se
consideraba inalcanzable. Poseer una reliquia suponía para sus poseedores, en
el plano particular, una fuerza especial ante lo adverso y en el plano de la Iglesia disponer de una
capacidad de convocatoria a su alrededor impresionante, hasta el punto de que
muchas iglesias se construyeron como resguardo de tales pretendidas reliquias.
El camino de Santiago y su catedral al final del mismo es buena prueba de lo
indicado.
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