Sacaron pecho y manifestaron urbi et orbi su intención de hacer unas primarias – no como otros - para proclamar su candidato a la presidencia en las elecciones generales del 2012. Pasó lo que pasó el 22 M y donde dije digo digo Diego o lo que es lo mismo, proclamar el candidato único a dedo – como otros-, si bien para lo cual tuvieron que contar con la responsable y voluntaria (?) renuncia de la otra
candidata en lid. La explicación que dieron a tal cambio de rumbo fue que “la política es circunstancia”, vamos, táctica. Hacer lo que mejor convenga en cada momento sin tener en cuenta la estrategia definida anteriormente. Si no fuera porque no son contemporáneos, la máxima de Groucho Marx que decía "estos son mis principios, pero si
no le gustan tengo otros”, parecería que está dedicada a este señor que tenemos como Presidente. Pero esta forma de hacer del mismo no es nueva ni mucho menos, ya que permanentemente abandona la estrategia, los principios, para conducirse tácticamente en pos de un buen
resultado a corto plazo, forma de actuar que le sitúa en las antípodas de lo que representa ser un estadista. Pero eso si, tanto él como sus portavoces justifican este nuevo rumbo sin despeinarse, sin quitarse la chaqueta, como quien lava, dando por supuesto que a la ciudadanía
le falta un hervor y que por tanto no nos enteraremos que han cambiado de escenario. Y luego van y dicen sorprenderse de los resultados que cosechan. ¿Pero es que con esta forma de actuar merecen otros?
candidata en lid. La explicación que dieron a tal cambio de rumbo fue que “la política es circunstancia”, vamos, táctica. Hacer lo que mejor convenga en cada momento sin tener en cuenta la estrategia definida anteriormente. Si no fuera porque no son contemporáneos, la máxima de Groucho Marx que decía "estos son mis principios, pero si
no le gustan tengo otros”, parecería que está dedicada a este señor que tenemos como Presidente. Pero esta forma de hacer del mismo no es nueva ni mucho menos, ya que permanentemente abandona la estrategia, los principios, para conducirse tácticamente en pos de un buen
resultado a corto plazo, forma de actuar que le sitúa en las antípodas de lo que representa ser un estadista. Pero eso si, tanto él como sus portavoces justifican este nuevo rumbo sin despeinarse, sin quitarse la chaqueta, como quien lava, dando por supuesto que a la ciudadanía
le falta un hervor y que por tanto no nos enteraremos que han cambiado de escenario. Y luego van y dicen sorprenderse de los resultados que cosechan. ¿Pero es que con esta forma de actuar merecen otros?
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