domingo, 19 de agosto de 2012

CARTA A MI QUERIDA ESPOSA



(Autor anónimo del que desconozco hasta su nacionalidad, pero dada la universalidad del tema, lo traigo a colación)
    
Querida esposa: Te escribo esta carta en lugar de decírtelo de palabra porque cada vez que he intentado tener esta conversación contigo acerca del tema que nos ocupa te has puesto hecha una fiera y has dado carpetazo al asunto.

El asunto, tal vez lo estés intuyendo ya, gira alrededor de nuestra vida sexual en común.

Verás. De los 365 dias que tiene un año normal, cada vez que he intentado el asalto a la fortaleza, es decir a mi legítimo derecho de acceso a la cajita de la música, he obtenido las siguientes respuestas :

19 veces. Hoy no es el día apropiado, querido.
12 Los niños están despiertos todavía.
30 He estado en la peluquería y me puedes estropear el peinado.
19 Tengo un dolor de cabeza espantoso. No estoy para nada.
12 Parece mentira lo cansada que estoy. Mejor que lo dejemos para mañana.
9 Las ventanas están abiertas porque hace mucho calor y los vecinos pueden vernos. 
12 Me estoy cayendo de sueño.
33 Cuando fui a a la cama estabas, por lo menos aparentemente, profúndamente dormida.
16 No se como tienes la cara de intentarlo después de que todo el día has estado hecho un borde.
9 Ya sabes que mis padres están en casa y tienen un oído muy fino, de modo que hasta que se marchen no hay nada que hacer.

De los días que accedes de aparentemente buen grado, mientras estábamos en ello ocurrió que :

7 Durante el acto te sorprendí murmurando, “el techo necesita una buena mano de pintura”. 
24 Oye, me dijiste, a ver si acabas rápido que tengo mucho sueño.
15 Cuando empezaba a preocuparme pensando que te habías desmayado, vi que no, que te movías un poco.
17 Te dormiste como un tronco durante el acto y cuando te lo reproché me dijiste que cada vez lo  haces con menos gracia.
18 Tengo que levantarme cariño, la niña está llorando.
13 Para para, que tengo que levantarme ahora. Creo que he dejado la cocina encendida
7 Lo mismo me dijiste cuando me indicaste “el perro está inquieto” ¿Habrá entrado alguien en casa? 
  
De los días que faltan para completar los 365 del año, ocurrió que:
12 Era yo el que estaba mortalmente cansado y aunque tu estabas inusualmente participativa no lograste activarme.
14 Fui yo, también el que tenía que madrugar mucho y tuve que reprimirme pese a que tu estabas anormalmente receptiva.
    
13 La noche venía desarrollándose de manera gloriosa hasta que tuve que decirte que no gimieras tan fuerte que podías despertar a los niños. En ese momento se acabó la magia. 
18 Estaba tan ansioso que no nos duró nada.
25 Mis obligaciones de trabajo me llevaron a estar de viaje.

Suman hasta aquí 356 días. Del resto hasta los 365 días no he guardado registro. Lo acaecido no debió tener mucha importancia. Sé por otra parte que la lectura de esta carta provocará en ti dos reacciones. Una la de negar con la firmeza que te caracteriza que todo cuanto aquí indico sea cierto y la otra, que llevada por un cabreo monumental me niegues el pan y la sal - es una forma de decirlo - durante un dilatado espacio de tiempo, pero la verdad es que no me preocupa en exceso. Total no voy a tocar pelota aunque estemos a buenas…. Pero por lo menos de esta me he quedado ancho.

Me despido mi amor con un, no temas, casto beso. 

Tu sufrido esposo    

     

    

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