LA FIABILIDAD DEL PRESIDENTE
Tras la tanda de recortes del11 de
julio,
llamadas eufemísticamente medidas de ajuste, el Presidente Sr. Rajoy ha
dicho textualmente que," Las medidas anunciadas no son agradables, cada
una en particular y más aún, todas en su conjunto. Pero sí son imprescindibles",señalando que a su juicio: "La única pregunta
que debe importarnos es: ¿Servirá de algo tanto esfuerzo y apretura? Mi
respuesta es sí, con toda rotundidad".
Pero Sr. Rajoy ¿se cree Ud.
con el suficiente crédito para que le creamos a pies juntillas que las
medidas económicas que va adoptando servirán para sacarnos del
atolladero en el que estamos?. ¿Es necesario hacer un repaso a todas y
cada una de las ideas, planes y promesas que ha incumplido en lo seis
meses que lleva al frente del gobierno?. Pues hagámoslo.
-No subiremos el IVA
-No tocaremos las pensiones
-No abarataremos el despido
-No traspasaremos las lineas rojas de la sanidad y educación
-En cuanto lleguemos al poder los mercados se calmarán
-La prima de riesgo y el interés de la deuda están altos por Grecia
-Colocaremos a España en el lugar que nos corresponde en el concierto internacional
-No bajaremos los salarios de los funcionarios
-No habrá copago para las medicinas
-No haremos un banco malo
-Nuestro lema será la transparencia
-Las ayudas financieras de Europa no tendrán contrapartidas que perjudiquen a los ciudadanos
-A mi Europa no me marca el paso
-La palabra rescate no está en nuestro diccionario
-Cumpliremos el déficit público del 2012 escrupulosamente
-No habrá amnistía fiscal
-Los hombres de negro no aparecerán por España
-Ayudas compra de viviendas. Zapatero las quita, Rajoy las pone y a los seis meses las retira.
-La innovación es el futuro
¿Les suena este listado?
Con este historial de incumplimientos ¿alguien en su sano juicio puede fiarse de lo que diga este señor?
Lo triste de este asunto es que por encima del sacrificio material que
suponen los recortes -que ya es decir - se encuentra la idea de que
quien las toma no tiene la más mínima credibilidad, de tal modo que no
se tiene conciencia plena de que las medidas que se están adoptando
vayan a servir para salir de esta situación, con lo cual la sensación de
angustia se ve acrecentada.
R.Hidalgo Segurola
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