LA BATALLA DE LEZAMA
Don Marcelo, en este mundo no basta con
tener razón - que en este asunto de las obras de acondicionamiento de
las instalaciones deportivas de Lezama y sus juicios sobre él la tiene -
sino que hay que saber demostrarla y lo que es más dificil, que te la
den.Si además de todo ello se encuentra con un Presidente que torpemente
entró a responder a sus manifestaciones como un elefante en estampida
en una tienda de porcelanas de Sèvres, pues tenemos el escenario de una
tormenta perfecta. Que Ud., don Marcelo, se pasó más de un pueblo al
manifestar, como lo hizo, su desacuerdo por la situación de la obra,
parece fuera de toda duda, máxime, siendo como es la constructora contra
la que arremetió, la referencia de cuantas obras importantes de
construcción se vienen realizando en Bizkaia desde el advenimiento de la
democrácia. Pero el Presidente - que para eso lo es - debería haber
tenido los reflejos y mano izquierda suficientes como para haber
reconducido la situación de manera más discreta y elegante. Eligió - al
parecer en solitario, sin recabar
la opinión de sus compañeros de la Directiva, lo que de confirmarse
clamaría
al Cielo - una respuesta pública furibunda, que ha estado en un tris de
acabar con
el mejor activo deportivo que hemos tenido en el Athletic desde hace
muchísimos años. De todas formas Presidente, si finalmente se consumara
lo indeseado, es decir la salida de Bielsa de la institución que Ud.
preside, no debería perder la ocasión de seguir la estela de Don Marcelo
y desaparecer de la escena, toda vez que en opinión muy extendida, no
merece Ud., Presidente, seguir al frente del Club. Por torpe.
Rafael Hidalgo Segurola
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