sábado, 18 de agosto de 2012

LA BATALLA DE LEZAMA

 Don Marcelo, en este mundo no basta con tener razón - que en este asunto de las obras de acondicionamiento de las instalaciones deportivas de Lezama y sus juicios sobre él la tiene - sino que hay que saber demostrarla y lo que es más dificil, que te la den.Si además de todo ello se encuentra con un Presidente que torpemente entró a responder a sus manifestaciones como un elefante en estampida en una tienda de porcelanas de Sèvres, pues tenemos el escenario de una tormenta perfecta. Que Ud., don Marcelo, se pasó más de un pueblo al manifestar, como lo hizo, su desacuerdo por la situación de la obra, parece fuera de toda duda, máxime, siendo como es la constructora contra la que arremetió, la referencia de cuantas obras importantes de construcción se vienen realizando en Bizkaia desde el advenimiento de la democrácia. Pero el Presidente - que para eso lo es - debería haber tenido los reflejos y mano izquierda suficientes como para haber reconducido la situación de manera más discreta y elegante. Eligió - al parecer en solitario, sin recabar la opinión de sus compañeros  de la Directiva, lo que de confirmarse clamaría al Cielo - una respuesta pública furibunda, que ha estado en un tris de acabar con el mejor activo deportivo que hemos tenido en el Athletic desde hace  muchísimos años. De todas formas Presidente, si finalmente se consumara lo indeseado, es decir la salida de Bielsa de la institución que Ud. preside, no debería perder la ocasión de seguir la estela de Don Marcelo y desaparecer de la escena, toda vez que en opinión muy extendida, no merece Ud., Presidente, seguir al frente del Club. Por torpe.

Rafael Hidalgo Segurola

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