EL METRO BILBAO Y SUS HUELGAS


 Las huelgas que se están sucediendo en el Metro Bilbao para mi que no son de este mundo. Recuerdo que hasta no hace demasiado tiempo muchas de la huelgas que se convocavan en otros ámbitos tenían un poso de fundamento, de sustancia, cosas que echo en falta en este rosario de huelgas a las que nos vienen acostumbrando los sucesivos Comités de empresa que han pasado por ese cometido en el Metro. Habrá quien piense que al fin y al cabo son los trabajadores los que en definitiva con sus votos propician o no estas situaciones, pero no nos engañemos, los que han vivido los ambientes de fábricas saben que un pico de oro subido a un bidón puede hacer que el mundo deje de girar sobre su eje y claro está, más fácil todavía es llevarse al huerto a una serie de trabajadores desde ese púlpito y con más razón en esta sociedad nuestra, la de Euskadi, politizada - y mal - hasta las trancas.
 Hay quien opina, cosa que suscribo, que a este Comité y a los anteriores las sucesivas direcciones de la empresa les han dado demasiadas alas y que en consecuencia han metido demasiado la cuchara en la gestión de la misma, cosa  que perfectamente ha podido suceder, toda vez que los administradores de la cosa pública con tal de que no les saquen cantares en los papeles son capaces de todo, incluso de delegar aquellas cuestiones que por su propia naturaleza organizativa son indelegables. Y ahora desbordado el rio es muy dificiol encauzarlo. Para acabar, un detalle. El servicio de mantenimiento, tal como parece desprenderse de las frecuentes averías que se están produciendo, está dejando mucho que desear y eso no es más que la prueba palpable de que la empresa ha perdido el norte. De que no se sabe ya muy bien quien es el que manda en ella puesto que los papeles de cada cual se han perdido.


Rafael Hidalgo Segurola