Las peculiares formas de entender el
servicio público, pueden llevar a las dos figuras más relevantes del
Ayto. de Durango a manifestar a sus conciudadanos ante las reclamaciones
y protestas que se efectuan por diversos motivos, algo tan peregrino e
insultante como " es dificil cambiar los hábitos de comportamientos de
las personas" ( habría que añadir que el de ellas incluidas). Y esa
manifestación se ha convertido en un mantra. Así por ejemplo si las
papeleras las rompen y no se reponen con otras de menos diseño y más
solidas. Mantra va. Que las terrazas de los bares se extiendan hasta
ocupar todo el espacio que rodea a su concesión, que por cierto no
conocemos, pues más mantra. Que una invidente espere once meses, repito
once meses, para recibir una respuesta a su reclamación de que se cumpla
la normativa para que pueda circular con la referencia de las paredes,
pues mantra va. Que los niños y algunos padres jueguen a futbol en los
soportales de la plaza peatonal de Ezkurdi con riesgo de la integridad
de las personas mayores y las no tanto. Más mantra. Que las pintadas y
fijación de carteles proliferen en las paredes sin que a nadie se le
arrugue el entrecejo pese a las protestas que tales acciones conllevan.
Más de lo mismo. Hombre !, (o mujer, para que no se diga) actuaciones
como esta me traen a la memoria al humorista catalán Perich que decía
que " la prueba de que cualquiera puede ser Presidente de EEUU la
tenemos en el propio Nixon". Pues eso.
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